miércoles, 3 de noviembre de 2010

LA ETERNA PREGUNTA

Estimado lector:
Hoy mi escrito va dirigido a tí esperando que me escribas aquello que tú harías ante una situacion como la que voy a narrarte.
Quiero que imagines por un momento que eres ya una persona de avanzada edad, pongamos más de setenta años.
Toda tu vida has luchado por conseguir unos ahorros y sacar adelante a unos hijos.
Una de ellos se queda embarazada de alguna de sus relaciones y tiene un hijo precioso el cual tú, como padre/madre y abuelo/abuela, aceptas primero con prejuicios dado que no es lo "politicamente correcto" pero despues con gran alegría volcando todo tu amor en esa personita.
Lamentablemente, así de cruel es la vida, al muy poco tiempo del nacimiento, a tú hija y madre de la criatura le diagnostican una enfermedad grave que, tras un verdadero calvario, termina con su vida.
Durante todo ese tiempo, tu has arrancado fuerzas de allí donde tu cuerpo te las niega dada su avanzada edad y has demostrado entereza donde no había más que dolor inconmensurable.
Durante todo este tiempo, tu has sido padre/madre de tu hija y de tu nieto y has luchado hasta la extenuación dado que tu hija se muere y tu nieto no debe notar nada.
Durante todo este tiempo no ha habido nada más. Nadie ha llamado a tu puerta preguntando si necesitas algo.
Hoy, lamentablemente, tu hija ya se ha ido y solo te queda aquella personita que para ti lo es ABSOLUTAMENTE TODO.
Hasta aquí la historia ya es para un cuerpo mayor y sin embargo se complica.
De pronto el niño tiene bienes.
De pronto un padre totalmente desconocido se interesa por un niño al que ahora llama hijo.
No voy a juzgar las intenciones del padre. No diré que no lo és. No diré que no tenga derecho a estar AHORA con ese niño pero ...¿Y ESOS ABUELOS A LOS QUE LES VAN A ARRANCAR EL CORAZON?
LA ETERNA PREGUNTA ES PARA TI LECTOR:
¿QUE ES LO MEJOR PARA ESE NIÑO? Porque al final lo va a decidir un tercero que no conoció a su madre; verá al niño un momeno; no conocerá a sus abuelos más que por unas cortas y sesgadas manifestaciones, no conocerá al padre biológico más que a sus abuelos y simplemente, entre un montón de expedientes más, no es culpa suya, deberá decidir el futuro de esa personita, a la que antes de conocer yo ya adoro. Pero no nos olvidemos, será una decisión que marcará toda UNA VIDA.