Ayer conocí a un cretino, un estúpido, un necio.
Ya se que de este tipo de personas, lamentablemente, el mundo esta lleno.
Normalmente ante tan desafortunados encuentros, no siento la necesidad de escribir sobre ello.
Suelo decir lo que pienso en el mismo momento. Pero ayer no pude hacerlo y, creedme, no fue por falta de ganas.
Consiguió que me hirviera la sangre!
Ayer le vi la cara al dinero y, lamentablemente quien me la enseñaba ni siquiera era el dueño.
Ayer tuve la desgracia de sufrir un poco de lo que he estado escribiendo estos días.
Cómo un don nadie puede sentarse a mi mesa y faltarme al respeto por el solo hecho de que él, en este momento, tiene el dinero.
Ahora dudo de haber hecho lo correcto.
A mi me enseñaron otra cosa pero, lamentablemente, ahora no puedo.
Vendo mi alma al diablo por no decir lo que pienso.
Por no poder hacerlo.
Porque me va la vida en ello.
OS JURO QUE SI ESO ES TENER DINERO, YO NO LO QUIERO.
lunes, 7 de junio de 2010
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