CAMINANDO CON LA BELLEZA DE LA SENCILLEZ

¡Pero que tozudas que somos las personas!
Una y otra vez nos golpeamos contra la misma roca.
Creemos conocer la vida y reflexionamos sobre ella. Hacemos filosofia barata y, la verdad, no aprendemos nada. Recitamos la teoría, pero en la práctica terminamos siendo lerdos.
La vida es sencilla, muy sencilla. Solo hay que vivirla. Distinguir entre los problemas y los dramas. Aceptar los desafios, mirar a quienes te rodean e intentar hacerles felices. Sencillamente hay que caminar observando lo que Dios te da. Cógelo y exprimelo. Saca lo bueno y tira lejos, muy lejos aquello que te daña. Intenta ser mejor cada día y crecer constantemente. Rodeate de buenas personas y todo irá bien. No busques grandes cosas. No existen. Habla siempre desde el corazón. No tengas prisa, no es buena consejera. Ten calma. Respira hondo. Mira las nubes y sobre todo baila.