Con el tiempo, los libros devorados-ávidamente unos, soportados otros, simplemente ojeados algunos- comienzan a formar el gran sedimento sobre el que la persona llega a ser ella misma. Despues de una gran borrachera de lectura indiscriminada, el espíritu y la memoria seleccionan, y comienza la base de todo aquello que ha impresionado al corazón.
EL SABOR DE LA NADA
Triste Espíritu, otrora gustoso de la lucha,
la Esperanza, que ayer espoleaba tu ardor
Ya no quiere montarte. Descansa sin reparo,
caballo cuyos cascos ya tropiezan con todo.
CORAZON CAPITULA, DUERME UN SUEÑO DE BRUTO.
Espiritu vencido! Para ti vagabundo,
Perdió gusto el amor, no menos que la lucha;
Adios sonoros cobres y suspiros de flauta!
¡Placeres, no teneis a ese pecho sombrio!
LA GRATA PRIMAVERA HA PERDIDO SU AROMA
Y el tiempo me devora, minuto tras minuto,
como haría la nieve con un cuerpo ya rígido;
Contemplo desde arriba el globo a la redonda,
Y reuncio a buscar de una choza el amparo.
ALUD, ¿QUIERES LLEVARME EN TU LIBRE CAIDA?
martes, 4 de marzo de 2014
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